Zidane se movía con la armonía de un solo ser con el balón. Con una maestría y clase suprema, él orquestaba el juego con pasión desbordante. Sus pases eran una obra de arte, como pinceladas magistrales en un https://owainluct558106.theblogfairy.com/37470524/el-cabezazo-de-zidane-causas-ocultas